Marta Domínguez ya es campeona del mundo de atletismo en la prueba de 3.000 obstáculos. 10 años de carrera deportiva han merecido la pena para llegar hasta este punto en el que la atleta Palentina ha alcanzado la gloria mundial.
El lugar elegido para hacerlo fue Berlín donde la española se resarció de la caída de los juegos olímpicos de Pekín y marcó un tiempo de 9:07,32, récord de España en la prueba y mejor marca del año. No sólo por esto se recordará la medalla sino por ser el primer metal español en estos Mundiales.
Esta vez las rusas tuvieron que quedarse detrás, y la plata se fue para Zarudneva. El bronce se fue para la keniata Milch Chemos Cheywa.
El secreto, según contó después fue no tenerle miedo a sus rivales. De inicio las dos rusas salieron tirando del grupo, pero en el primer 1.000 Marta ya les pisaba los talones. En la segunda vuelta siete atletas formaban el pelotón delantero y en la última vuelta Marta dijo adiós a las rusas dándoles una visión privilegiada de cómo ganaba el oro, su oro. Entonces cruzó la meta y lanzó su cinta rosa al viento, esa que la distingue y que hace muchos años le regalaron sus abuelos. La original está guardada, conservada después de soportar muchas competiciones, pero estas siguen representando su espíritu luchador.
