Si has leído El Juego de Ender probablemente te hayas preguntado cómo una obra maestra de tal calibre no ha sido todavía llevada al cine. La respuesta, es todo un misterio. La novela, que en 2012 cumple 27 años, es todo un clásico entre la literatura de ciencia ficción, combinando a la perfección psicología, batallas y estrategia militar con unos protagonistas un tanto complicados: niños.

Fue escrita en 1985 por Orson Scott Card y nos narra la historia de Ender, un niño concebido para ser un gran estratega. Desde pequeño es entrenado en tácticas y métodos del ejército para hacer de él un gran comandante capaz de luchar, una vez más, contra los insectores, una raza alienígena que estuvo a punto de aniquilar a la humanidad hace años y que ahora, vuelve a ser una amenaza. Supuso toda una revolución en su momento y, a día de hoy, esta novela está entre los imprescindibles del género.

Aunque ya se han intentado hacer algunas adaptaciones, los proyectos no han terminado de cuajar. El propio autor desarrolló un guión hace algunos años para llevarlo a la gran pantalla, concediéndose varias licencias, como por ejemplo aumentar la edad de los chicos para encontrar actores que dieran la talla para este papel. Al final, el proyecto ya está en marcha y se conocen los actores de los papeles principales, casi todos niños con algunos pequeños papeles en películas y casi desconocidos para el gran público, salvo tal vez, el protagonista, al que hemos visto recientemente en La invención de Hugo. Como estrella invitada y para darle caché y nivel a la película – o eso habrán pensado los productores – Harrison Ford será el coronel Graff, encargado de adiestrar a los pequeños.

Aunque los fans tenemos muchas ganas de ver esta adaptación, lo cierto es que nos da un poco de miedo que la relación entre los niños pueda acabar siendo una especie de Crepúsculo en el espacio y que la esencia de este libro, pura psicología y pedagogía, se diluya en batallitas sin interés. El resultado se verá en 2013… por ahora sólo nos queda esperar y deleitarnos con la saga.