José Mourinho demostró que cuando tiene que ir al ataque, hay que ir con todo, eso sí, siempre que se pueda rectificar. El entrenador portugués del Real Madrid no dudó en jugarse el partido en Alicante, por eso, y cuando el marcador reflejaba un empate a uno, decidió meter en el campo al delantero francés Karim Benzema por el defensa Pepe.
El míster blanco, cambió el esquema de juego, porque retrasó a Khedira y jugó con tres delanteros, de esta forma renunciaba a su clásico doble pivote, y demostraba que cuando hay que jugar al ataque es capaz de sacrificar un defensa. Eso sí, la alegría no duró excesivo tiempo, ya que cuando Cristiano Ronaldo puso el 1-2 en el marcador, siete minutos después, hizo dos cambios defensivo al introducir en el campo a Arbeloa y Albiol por Higuaín y Ozil.
Mourinho sabe muy bien lo que tiene que hacer, está claro que puede gustar más o menos, pero ayer en Alicante se la jugó, a pesar que había un punto casi asegurado, pero para el portugués todo lo que no sea ganar, no vale.
