Seguramente podríamos definir al bueno de Arnold Schwarzenegger como un actor nefasto aunque enormemente aprovechado. O como mínimo así lo veo yo. El tío es una masa de músculos sin el más mínimo atisbo de talento interpretativo, claro está, pero por razones que tiene la vida ha llegado a ser un actor sobradamente reputado y una gran estrella de Hollywood. Eso sí, no lo saques del cine de acción porque se muere, y no hay más que ver desastres immundos como Un padre en apuros, Junior o Batman & Robin. De todos modos, dentro de su género, Chuache tiene en su haber el papel protagonista de algunas películas que se pueden calificar de “clásicos”, “obras maestras” o, en menor grado, “tremedamente buenas”.