En 2023, los ciudadanos no pertenecientes a la Unión Europea (UE) empleados en los Estados miembros de la UE tenían casi el doble de probabilidades de estar sobrecualificados para sus trabajos en comparación con los nacionales. La tasa de sobrecualificación fue del 39,4% para los ciudadanos no comunitarios (0,1 puntos porcentuales menos que en 2022) y del 31,3% para los ciudadanos de otros países de la UE (-0,3 pp). En contraste, la tasa de sobrecualificación para los nacionales se situó en el 20,8%, 0,3 pp menos que el año anterior.
Entre los países de la UE, en 2023, la mayor proporción de ciudadanos no pertenecientes a la UE sobrecualificados se registró en Grecia (69,6%), Italia (64,1%) y España (56,0%).
Para los ciudadanos de otros países de la UE, las mayores proporciones de trabajadores sobrecualificados se observaron en Italia (45,1%), seguida por Chipre (43,1%) y España (42,3%).
En cuanto a los nacionales, la proporción de empleados sobrecualificados fue más alta en España (34,4%), Grecia (31,1%) y Chipre (27,5%). Analizando los datos por sexo, se observa que las mujeres presentan tasas de sobrecualificación más altas que los hombres. En 2023, la tasa de sobrecualificación entre las mujeres no comunitarias fue 6,7 puntos porcentuales mayor que la tasa de los hombres no comunitarios. Del mismo modo, fue 3,2 pp mayor para las ciudadanas de otros países de la UE. Para los nacionales, la tasa para las mujeres fue 1,2 pp mayor que para los hombres.
Un análisis más detallado por sexo revela que existe una brecha de género significativa en las tasas de sobrecualificación, especialmente entre los ciudadanos no comunitarios. Las mujeres no pertenecientes a la UE muestran una diferencia de 6,7 puntos porcentuales más que sus homólogos masculinos. En el caso de los ciudadanos de otros países de la UE, la diferencia se sitúa en 3,2 puntos porcentuales. Por último, entre los nacionales, la tasa de sobrecualificación para las mujeres es 1,2 puntos porcentuales superior a la de los hombres.
Este fenómeno refleja una tendencia preocupante en el mercado laboral europeo, donde numerosos trabajadores, especialmente mujeres y ciudadanos no pertenecientes a la UE, no están desempeñando roles acordes a su nivel de cualificación.
