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Profesionales de los servicios de Radiología y de Patología analizan le eficacia de diferentes técnicas diagnósticas en el manejo de la secreción del pezón

El 4 de agosto de 2025, en un relevante avance en el ámbito de la salud mamaria, se presentó una exhaustiva revisión sobre la eficacia de diversas técnicas diagnósticas para el manejo de la secreción del pezón, uno de los motivos de consulta más comunes en ginecología tras el dolor mamario y la aparición de nódulos palpables. Este estudio, realizado en colaboración por los Servicios de Radiología y de Patología del Hospital del Mar, en el marco de la red dibi, fue publicado en la revista «Insights into Imaging».

La investigación destaca la importancia de una adecuada correlación clínico-radiopatológica para seleccionar las estrategias diagnósticas y terapéuticas más efectivas para cada paciente. Con un enfoque en la mejora de la precisión diagnóstica, el estudio persigue optimizar el manejo clínico y contribuir a la detección temprana de patologías mamarias, sean benignas o malignas.

La secreción del pezón se clasifica en fisiológica y patológica. La primera se refiere a la secreción de líquido no espontáneo a través de orificios en ambos pezones, la cual no requiere técnicas de imagen. Por otro lado, la secreción que es unilateral, persistente y espontánea se considera patológica, lo que implica la necesidad de realizar estudios de imagen para descartar la posibilidad de malignidad. Aunque la mayoría de estos casos son benignos, un porcentaje entre el 3% y el 23% puede estar relacionado con condiciones malignas.

Históricamente, los pacientes con secreción patológica han sido sometidos a intervenciones quirúrgicas, tanto para diagnóstico como para tratamiento. Sin embargo, con los avances en técnicas de imagen, especialmente la resonancia magnética, muchas de estas cirugías podrían evitarse. El principal desafío radica en excluir lesiones malignas al tiempo que se minimizan las intervenciones quirúrgicas innecesarias.

Las imágenes de primera línea utilizadas son la ecografía y la mamografía o tomosíntesis digital. Si estas pruebas resultan negativas, se recurre a la resonancia magnética, la cual se prefiere sobre la galactografía, ya que no requiere la canalización del ducto afectado y permite el estudio de ambas mamas. Gracias a su alta sensibilidad y valor predictivo negativo, un resultado negativo en esta prueba puede llevar al seguimiento sin necesidad de cirugía. La mamografía con contraste se considera una alternativa adecuada cuando la resonancia magnética no está disponible o está contraindicada.

El trabajo, liderado por la Dra. Mireia Pitarch Diago, incluyó la colaboración de otros expertos del Hospital del Mar, como el Dr. Rodrigo Alcántara Souza y la Dra. Laura Comerma Blesa, entre otros. Este estudio marca un paso significativo hacia la mejora en el manejo de condiciones mamarias complejas y busca mejorar la calidad de vida de las pacientes afectadas.
vía: Noticias Hospital del Mar