Objetivo: Ver a O Rei KAKÁ

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Como dicen los musulmanes, «debes ir una vez en la vida a la Meca» pues eso es lo que pensé yo cuando estuve en el Santiago Bernabéu viendo la presentación de O rei Kaká. Ya había ido varias veces a ver el fútbol pero bueno esas cosas molan repetirlas.

Todo comenzó al salir del trabajo, llego a mi casa, papeo algo, me ducho y ¡ohh! ¿dónde cojones diablos está mi camiseta? Por fin la encontré!, hacía tiempo que no me la ponía después del desastroso año del Real Madrid. Ahí estaba, en el fondo del armario.

Una vez pasado el disgusto, recojo a mi primo con un retraso de casi tres cuartos de hora buscando y buscando mi camiseta. Menos mal que le dije que se echara merienda por si acaso volvíamos tarde a casa porque el viaje no fue para nada un camino de rosas. Ya en el coche, climatizador a tope, atasco en la A4, coches averiados, obras a un lado y a otro de la autovía ¡buf! y para rematar escuchando la radio de cuyo nombre no quiero acordarme van y sueltan los interlocutores que junto con Kaká aparecería nada más y nada menos que Pelé, cosa que al final fue mentira al igual que tampoco acertaron en el dorsal que llevaría el deslumbrante fichaje (las mentiras que hay que oír). Continuamos el viaje hacia la estación de autobuses de Méndez Álvaro para recoger a mi novia que venía de viaje, el autobús viene con retraso para variar.

En fin, una vez que ya estamos todos decido dejar el coche allí en la estación de Méndez Álvaro para irnos en Metro a la parada Estadio Santiago Bernabéu porque «el Metro de Madrid vuela», yo diría que va a pedales pero bueno. ¡Que fresquito una vez dentro del vagón!, pero el chollo se acabó enseguida al salir de la estación. Habíamos llegado de una vez por todas. Al salir de la oscuridad maravillosa vista la del Bernabéu ideal para enamorarse como dice un amigo mío, como maravillosa era la cola que había que hacer para entrar al estadio. Y yo pensé «Queda más de 1 hora para que empiece la presentación y ¿hay esta cola?. Bueno el estadio es muy grande», así que ni cortos ni perezosos usamos la técnica famosa de llamar a Manolo muy conocida en mi pueblo para colarnos. Total, no esperamos prácticamente nada (luego dicen que si los de pueblo).

Dentro del Bernabéu, tuvimos que subir un piso tras otro hasta que la organización del evento decidiera donde ubicarte ante tal cantidad de aficionad@s. Después de todo, nos tocó en un buen sitio, había muchísima gente que se quedó por detrás de todo el escenario. Y bueno, fue colosal ver el rugir del Bernabéu cuando salió a la palestra al Presidente de Honor Don Afredo Di Stefano y ver como nos saludaba moviendo su bastón y no os digo ná cuando Florentino Pérez presentó a un Kaká vestido ya de madridista y saludando a todos los aficionad@s. Aquí podéis ver como estaba el estadio una hora antes del acontecimiento, imaginaos después.

30062009

Ya de regreso a casa con un cansancio que ni pa qué ninguna novedad salvo el asfixiante calor del Metro. Un metro que se quedó corto para 50.000 personas llenas de ilusión. Después de soltaros todo este rollo que me podía haber extendido mucho y mucho más, sólo deciros que Un Saludo y Hala Madrid!. Y si os preguntáis si merece la pena yo os digo que SÍ merece la pena.