La crisis económica ha afectado y mucho al deporte, pero sin duda uno de los más perjudicados en España ha sido el balonmano. En el resto de deportes se ha notado, en fútbol, sobre todo en categorías bajas, o en equipos muy modestos, en baloncesto también en equipos de bajo presupuesto, pero sigue habiendo un bloque importante de equipos que siguen teniendo cierta calidad y peso en la liga ACB. Sin embargo en la Liga Asobal de balonmano, se ha producido una auténtica sangría, hemos de recordar que no hace muchos años la liga española era la más potente de todo el mundo, contando con cinco equipos que podían tumbar a cualquier otro del resto de Europa, FC Barcelona, Ademar León, BM Valladolid, Portland San Antonio y Ciudad Real (que sería más tarde Atlético de Madrid).
Fue desde que se desató esta crisis económica, cuando la situación empezó a cambiar, los equipos empezaron a vender y a no fichar, comenzaron los problemas de impagos a jugadores, todos los conjuntos buscaban patrocinadores como locos, ya que la supervivencia del club dependía de esos ingresos, y algunos llegaron a desaparecer.
Así sucedió con Portland San Antonio, no pudo aguantar la presión económica y las deudas, y renunció a su plaza disolviéndose el club. A punto estuvo de pasar lo mismo con el Ciudad Real, pero en ese momento llegó el Atlético de Madrid, para traer el equipo a la capital, y levantar al club a lo más alto. Fue una inyección de ilusión para toda la competición, televisiones, y aficiones, el balonmano parecía revivir. Fue un espejismo.
Durante unos años la Liga Asobal sólo era cosa de dos, FC Barcelona y Atlético de Madrid, el resto de equipos no podían competir en ningún apartado. Por entonces las televisiones sobre todo Teledeporte, seguía dando en abierto algún partido de la Liga Asobal.
La ilusión se desvaneció
Un triste día nos despertamos con una terrible noticia para los aficionados que amamos este deporte, el Atlético de Madrid con todas sus estrellas, desaparecía. La crisis dejaba una nueva víctima, pero esta vez era diferente, se podía haber luchado un poco más desde el club, pero no se quiso.
Esto supuso el fin de muchas cosas, y el comienzo de la peregrinación de todas las grandes estrellas de la Asobal por Europa, (menos las del Barcelona). La Liga española, ya no era cosa de dos, ahora estaba el Barça y el resto a años luz.
Un mortal círculo vicioso
Todos estos acontecimientos tienen unas consecuencias, y la más importante es el gran círculo vicioso que envuelve esta competición, y a cada vuelta que da, más se desangra la Liga. Consiste en que ante la fuga de estrellas y competitividad, las televisiones dejan de dar balonmano en abierto (ni en diferido), por lo tanto los equipos no reciben derechos televisivos, y los patrocinadores no quieren apoyar al deporte, ya que no tiene cobertura mediática, y por lo tanto los equipos tienen menos presupuesto, y se ven obligados a vender jugadores, bajar de categoría o desaparecer…y como es de esperar, las televisiones se reafirman en su posición…y vuelta a empezar.
Un desastre deportivo, económico y emocional, que sólo lo contrarresta la calidad de los jugadores españoles, que por cierto son:
LOS ACTUALES CAMPEONES DEL MUNDO.