El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ha considerado a Hayat Tahrir al-Sham (HTS) como un grupo terrorista, una decisión que data de mayo de 2014. Esta inclusión en la lista fue resultado de la relación del grupo con Al Qaeda, y se formalizó durante un periodo crítico del conflicto civil en Siria. Esta clasificación podría plantear serias dificultades para las negociaciones internacionales dirigidas por la ONU en la búsqueda de establecer una paz duradera en Siria, un país que ha sufrido años de guerra y devastación.
La Resolución 2254, adoptada unánimemente en 2015, solicita a los Estados miembros prevenir y suprimir los actos terroristas por parte del Frente Al-Nusra, un precursor de HTS. Esta situación ha llevado a cuestionamientos sobre el impacto de la designación como grupo terrorista en los esfuerzos por construir instituciones sólidas y inclusivas en Siria. Kiho Cha, oficial superior del Departamento de Asuntos Políticos y de Consolidación de la Paz de la ONU, ha destacado que la inclusión de HTS en la lista de organizaciones terroristas implica que el grupo está sujeto a sanciones internacionales, tales como la congelación de activos y la prohibición de viajar.
A pesar de las sanciones, Cha mencionó que existen excepciones humanitarias que permiten a las organizaciones ayudar en el noroeste de Siria sin temor a ser penalizadas por violaciones inadvertidas de las sanciones. Este tipo de flexibilidad se introdujo recientemente, facilitando la labor humanitaria en un contexto donde las necesidades son críticas.
Adam Abdelmoula, coordinador residente de la ONU en Siria, subrayó que no existe prohibición para que las entidades de la ONU interactúen con HTS. De acuerdo con él, la prerrogativa de dar o quitar legitimidad a cualquier grupo corresponde a los Estados miembros, no a la ONU. En la práctica, esto significa que las operaciones humanitarias han continuado a pesar de la designación de HTS como grupo terrorista, ya que la organización humanitaria se ve obligada a operar con independencia, imparcialidad y neutralidad.
Durante los años de control de HTS en el noroeste de Siria, la ONU ha trabajado al servicio de la población afectada, interactuando directamente con el grupo para llevar ayuda humanitaria a la región. Abdelmoula confirmó que sus equipos han colaborado con HTS, lo que ha permitido entregar asistencia a quienes más lo necesitan, y ha subrayado la importancia de mantener abiertos los canales de comunicación para seguir ofreciendo apoyo en un contexto tan complicado.
La discusión sobre la posible exclusión de HTS de la lista de organizaciones terroristas no se ha cerrado, y aunque algunos Estados miembros podrían estar considerando una propuesta de este tipo, aún no se ha presentado oficialmente. La posibilidad de una futura inclusión y las implicaciones que podría tener en el futuro político y humanitario de Siria siguen siendo un tema de gran relevancia entre los actores internacionales.
Fuente: ONU últimas noticias
