Una noche para el olvido tuvo el Barcelona en su visita a Milán, para medirse al conjunto local del Milan por los octavos de final de la presente edición de la Champions League, considerando que los italianos lograron imponerse con cierta facilidad por 2 a 0, luego de que el conjunto español apenas si gozara de oportunidades de gol en todo el encuentro, más allá de haber poseído la pelota la mayor parte del mismo.
De hecho, todo comenzó tal cual se esperaba, con un Milan retrocediendo y empezando a molestar al Barcelona únicamente en la zona de gestación, liberando únicamente a sus dos hombres de punta, y con el correr de los minutos, los catalanes se fueron metiendo en un embudo que les llevó a acabar el primer tiempo, con cierto dominio claro, sin goles en el marcador, y la sensación de que un gol del Milan complicaría muchos las cosas.
Y los peores augurios para los de Jordi Roura se hicieron realidad, luego de que a la salida de un tiro libre ejecutado por Montolivo, la pelota diera en la mano de Zapata, quien terminó por servírsela a Boateng para que este anotara la apertura del marcador. Un tanto que no debió subir por la mano del defensa colombiano, que si bien no fue claramente internacional, resultó decisiva para entender el final de la jugada.
A partir de allí, con un Messi absorbido por la férrea marca de los locales, y un centenar de centrocampistas que tocaban hacia uno y otro lado frente a la mirada e imitación de los movimientos de los italianos, se desarrolló un encuentro más cerrado aún, en el que los locales aprovecharon otro error de la defensa del Barcelona para ampliar la diferencia, con un bonito tanto de otro ghanés, Muntari.
Ahora, el Barcelona deberá replantearse seriamente un encuentro de vuelta que seguramente se parecerá mucho a lo que hemos visto en San Siro anoche, y que podría tener varios paralelismos también con el recordado choque contra el Inter de Mourinho, aunque claro, los catalanes intentarán modificar el final de la serie a su favor.