Navegando por la web me he encontrado un artículo en Bloomberg.com que básicamente pone al día la situación actual de la Metro-Goldwyn-Mayer, compañia que finalmente ha rechazado la oferta de compra por parte de Lionsgate. La apuesta del emblemático estudio es caer en bancarrota y salir de nuevo a flote con un plan de reestructuración y recorte ya establecido que califican como «poco traumático» y que permitirá «seguir adelante normalmente con los proyectos».
Aquí es dónde entra James Bond. A pesar de que todos los esfuerzos de la MGM están focalizados en El Hobbit, la franquicia de James Bond va detrás y la intención es relanzarla con un estreno en noviembre de 2012, con una nueva secuela cada dos años.












