Es de cajón, y no seré yo quien diga lo contrario, que Julio Medem es de los realizadores españoles más destacados de los últimos años, con rasgos muy diferenciales en su cine que le hacen especial. Es un tipo arriesgado, con mucha sensibilidad y con mucho talento artístico, y lo demostró en su máximo esplendor en Los amantes del círculo polar.
De todos modos, hace años que este magnífico cineasta sufre un descenso en picado en su dilatada carrera, seguramente después de que le cayeran palos por todos lados por La Pelota Vasca, aunque personalmente para nada me parece que sea una película para odiar. De todos modos, es Caótica Ana el fondo de la carrera de este hombre, es el trabajo en el que dejó de lado sus buenas maneras para convertirse en una especie de artista conceptual súper cool con esta película aberrante en todos los sentidos.
Todo este rollo viene porque en Habitación en Roma se unen el Medem de las buenas intenciones y el Medem que no sabe hacer su trabajo como solía. Su nueva película intenta ser una reivindicación de la mujer a través de una historia de amor fugaz que sucede en una sola noche en una habitación de hotel en Roma.