En 2022, la preocupación por la salud mental de los jóvenes en Europa se hizo más evidente, con 5.017 jóvenes de entre 15 y 29 años falleciendo en la Unión Europea a causa de autoagresiones intencionales. Aunque esta cifra representa una disminución del 20 % en comparación con 2011 y se traduce en 1.248 muertes menos, la problemática sigue siendo alarmante, dado que más de 1 de cada 6 de estas muertes corresponde a actos de autoeliminación, en contraste con el 1 % en la población general. Para este grupo etario, la autoagresión se configuró como la segunda causa más significativa de mortalidad, solo superada por los accidentes.
El análisis de datos por rangos de edad revela que los individuos en sus veinte años presentan un mayor riesgo de fallecer por estas causas en comparación con sus homólogos más jóvenes. En 2022, la tasa de mortalidad más elevada por suicidio se observó entre los adultos de 25 a 29 años, con una tasa de 8,3 por cada 100.000 personas. Les siguen aquellos de 20 a 24 años, con 7,7, mientras que el grupo de 15 a 19 años registró una tasa de 4,4.
Desde 2011, la tasa de mortalidad asociada a autoagresiones intencionales ha mostrado una tendencia a la baja. En el grupo de 25 a 29 años, la tasa descendió en 1,2 puntos porcentuales desde 9,5, mientras que en el grupo de 20 a 24 años se redujo en 1,1 puntos, pasando de 8,8. La variación en el segmento de 15 a 19 años fue menor, con una caída de 0,4 puntos, desde 4,8.
Aunque la tasa de mortalidad por autoagresiones es mayor en la población general que en la de los jóvenes, el impacto de esta causa de muerte ha disminuido considerablemente entre los más jóvenes.
Este análisis coincide con el Día Mundial de Prevención del Suicidio, que se conmemora el 10 de septiembre, subrayando la necesidad de abordar la crisis de salud mental entre la juventud.
En una perspectiva más amplia, 2022 también registró un total de 49.042 suicidios en la EU, acumulando una tasa de mortalidad estandarizada de 10,6 por cada 100.000 personas. Esta cifra marca un incremento de 1.696 muertes en comparación con el año anterior. Pese a esto, la tendencia a largo plazo refleja una reducción del 10 % desde 2011, cuando la tasa era de 12,4 muertes por cada 100.000.
Entre los países de la UE, Eslovenia se destacó con la tasa más alta de suicidio en 2022, con 18,3 por cada 100.000 habitantes, seguida de Lituania (18,2) y Hungría (16,7). En el extremo opuesto, Chipre reportó las tasas más bajas, con 4,1 muertes, seguido de Grecia (4,6) y Malta (5,2). Es crucial que estos datos sirvan como punto de partida para desarrollar políticas y programas de apoyo integral para la población joven, con el objetivo de reducir estas trágicas estadísticas y fomentar el bienestar emocional.