El tenista manacorí Rafa Nadal vuelve a demostrar que su cara cambia cuando se juega en tierra batida, porque hoy ha ganado con clara superioridad a un rival que llegaba en racha y que lo conoce muy bien como David Ferrer, pero hoy el alicantino no ha estado a la altura de una semifinal.
Rafa Nadal comenzó con mucha tranquilidad, jugando muy atrás de la pista, sin buscar golpes ganadores, pero poco a poco los fallos de David Ferrer y un exceso de miedo, hacían que el manacorí se viniera arriba, hasta el punto que ganó el primer set con demasiada comodidad, gracias a su primer saque.
El segundo set fue algo diferente, porque David Ferrer dio un par de amagos que parecían que podía haber partido, pero no estaba muy fino, y sus golpes se iban lejos de la línea, así que se dedicó a devolver la bola sin colocación, algo que no se puede permitir a Nadal y menos en tierra batida.
Ahora Nadal espera a su rival para conseguir su sexto título consecutivo en Montecarlo, que saldrá de la semifinal entre el español Fernando Verdasco y el serbio Novak Djokovic.