Los Heat lograron una victoria en la madrugada de ayer importantísima alcanzando las su tercera final de la NBA en 4 años consecutivos, su rival, Indiana Pacers, le llegó a plantar cara durante la eliminatoria pero nunca se vieron signos de qué pudiese eliminarles.
En la primera mitad, los Heat ya dejaron sentenciado el choque con un resultado en el marcador de 60-34, con un gran LeBron James secundado por su compañero Chris Bosh que dejó seco en la pintura a Roy Hibbert. Ambos acabaron con 25 puntos y con la sensación de no haberse esforzado a fondo. Por su parte, en los Pacers el único que dio la cara fue el de casi siempre, Paul George, que tras su magnifico partido anterior con 37 puntos, éste no se quedó mucho más atrás, con 29 puntos y 8 rebotes.
El choque estuvo marcado de nuevo por el pique entre Lance Stephenson y LeBron James, o más bien por el intento de Stephenson de desestabilizar a LeBron como ya consiguió en el anterior choque, pero está vez sus esfuerzos fueron en vano. LeBron estuvo intratable y muy seguro de sí mismo, mientras que Stephenson estuvo más preocupado de crear polémica que de jugar bien, lo cuál acabó perjudicando a su equipo y dando una pésima imagen de los Pacers.
Al final, los pronósticos se hicieron realidad y el equipo que más se lo ha merecido está en la final, estos Pacers no tenían el suficiente potencial para enfrentarse a un equipo que está haciendo historia y que ya iguala a Lakers y Celtics en número de finales consecutivas.
Ahora solo le queda esperar al actual campeón para conocer su rival en las Finales de la NBA, que saldrá entre el duelo entre Oklahoma City Thunder y San Antonio Spurs, que ahora mismo está en un 3-2 a favor de los tejanos, por lo que podríamos ver a los mismo equipos que disputaron la final del año pasado, donde de pasar los Spurs, querrán tomarse la venganza por la derrota del año pasado.