El examen exhaustivo al que se sometió ayer Andrés Iniesta determinó el verdadero alcance de la lesión y, como se esperaba, no ha sido demasiado grave y podría estar listo para la final de Roma. El jugador manchego se sometió a una resonancia magnética que confirmó una rotura de dos centímetros en el recto anterior del muslo derecho, lesión que los médicos trabajarán para que esté disponible para su entrenador y pueda jugar el 27 de mayo.
Al salir del hospital Iniesta se mostró muy seguro de su presencia en ese día tan especial para el equipo: «Le he dicho al doctor que fuese lo que fuese estaría en Roma» y ha añadido que las ganas que tiene de jugar serán su mayor motivación para su recuperación.
El doctor Ricard Pruna valoró la lesión y dijo que no es el tamaño de la lesión sino la zona en donde está la que marcará el ritmo de recuperación, pero son optimistas.
Vía: FcBarcelona.cat
