Cuando se habla Kaka se recuerda a un jugador impresionante que hacía cosas maravillosas con el balón en los pies, pero en el Real Madrid todavía no ha hecho ni la mitad de cosas que se esperaba, por eso cuando marcó en la reaparición en el once titular ante el Athletic de Bilbao, muchos aficionados se ilusionaron.
Kaká no ha tenido suerte con las lesiones desde que llegó al Real Madrid, pero tampoco ha tenido el nivel esperado en las dos temporadas que lleva, por eso cuando el sábado marcó dos goles desde los once metros ante el Athletic de Bilbao en San Mamés puede servir para resurgir de sus cenizas, pero de momento no sirve para nada más, puesto que hay que exigirle mucho más.
Ahora, cuando quedan pocos partidos de liga y parece que la Champions y la Copa del Rey son los principales objetivos del Real Madrid, Kaká tiene que demostrar porque lo fichó Florentino Pérez y porque pagó esa burrada de dinero al Milan, y es que tiene que sacar su calidad y ser un jugador determinante ya sea saliendo en el once titular o desde el banquillo. Así que veremos si Kaká demuestra el amor a los colores blancos y se sacrifica, sacando lo mejor de él, en este último tramo de temporada.
