En los últimos años, Madrid se ha convertido en un imán para los inversores internacionales, especialmente aquellos provenientes de Nueva York y Miami, interesados en el floreciente mercado inmobiliario de lujo de la capital española. La creciente atracción que ejercen las «branded residences», propiedades de lujo que combinan diseño exquisito y servicios premium similares a los de un hotel de cinco estrellas, está impulsando esta tendencia. Este tipo de residencia no solo añade prestigio sino que contribuye a la revalorización de inmuebles históricos ubicados en zonas urbanas de alto atractivo.
Según Rafael Santana, Director de K&N Elite Madrid, esta modalidad de viviendas de lujo, junto con los edificios multifamiliares y nuevos proyectos de oficinas, están fomentando un mercado inmobiliario estable y rentable. La competitividad de Madrid frente a ciudades como Nueva York y San Francisco, donde las inversiones inmobiliarias han visto disminuir su rentabilidad, coloca a la capital española en un lugar primordial en la agenda de los inversores estadounidenses.
Madrid ocupa el tercer lugar como destino preferido para este tipo de inversiones, superada solo por Londres y París, gracias a su calidad de vida, sostenibilidad arquitectónica y agilidad en la tramitación burocrática. Estas características, junto al respaldo de fuertes bancos de inversión estadounidenses, señalan una estabilidad y atractivo que los inversores no pueden ignorar.
El hotel Four Season, en la icónica plaza de Canalejas, fue pionero en introducir las «branded residences» en España. Su éxito ha incitado a otras cadenas hoteleras de prestigio y grupos inversores a seguir su ejemplo, abriendo camino a Madrid en el competitivo espacio del ultralujo residencial a nivel mundial. Estos proyectos, además de disfrutar de su atractivo estético y funcional, tienen el poder de revitalizar arquitectónicamente la ciudad.
El sector de oficinas y centros comerciales también experimenta una notable recuperación. Las valoraciones de las propiedades de oficinas se están estabilizando después de un periodo de declive, y los centros comerciales muestran signos de resurgimiento, reflejando una mayor confianza en la viabilidad económica del mercado.
A pesar de los desafíos que suponen las tasas de interés al alza, la demanda de vivienda en Madrid sigue siendo robusta, impulsada por una recuperación económica continua y una oferta que no alcanza a cubrir el interés existente. Este mercado, cada vez más especializado, ve un incremento en la demanda de viviendas de lujo y sostenibles, confirmando la capacidad de adaptación del mercado inmobiliario madrileño ante nuevos escenarios económicos. Según Santana, estos son indicadores claros de un mercado fuerte y resiliente.