Era el momento para que el Madrid recortara todas las distancias con el Barcelona, pero una vez más volvió a fallar en el momento que podía dar un golpe en la mesa, y es que solo pudo empatar con el Osasuna en el Reyno de Navarra, aunque se pueden mirar dos lecturas, una positiva y otra negativa, la primera es muy sencilla, y es que el equipo se mostró muy sólido y conjuntado, la segunda es que la falta de gol, su famosa pegada, en esta ocasión falló y por eso no sumó los tres puntos.
Con el mismo once que ganó al Zaragoza en el último partido de liga, Pellegrini intentó ganar un partido y que tenía controlado hasta que introdujo los cambios, porque después de un primer tiempo un poco malo, comenzó el segundo con ganas de llevarse los tres puntos, se sucedieron varias oportunidades, pero la «obligación» de meter a Benzema y quitar al más fácil, Van Der Vaart, hizo que el dominio del centro del campo lo perdiera, además Higuaín no estuvo tan acertado como en otras ocasiones y en uno de los pocos errores que cometió la defensa local, Ricardo le adivinó la intención y sacó una sensacional mano.
Casillas también tuvo que emplearse a fondo en varias ocasiones, todas las oportunidades de los rojillos vinierona balón parado, y es que ayer era el día perfecto para sacar partido de las estrategías.