El Barcelona venció anoche al Dinamo de Kiev y se quitó una espina clavada que tenía con el equipo ucraniano cuando les goleó hace unos años en la liguilla de la Champions, aunque no todo fue perfecto, puesto que Iniesta volvió al once titular y solo disputó 45 minutos, Messi vio puerta y Pedrito redondeó una noche mágica, pero se tiene que poner un peor, y no es otro que la falta de efectividad a puerta de los de Guardiola, ya que si el árbitro «se hubiera puesto algo más duro» las cosas se le hubiese complicado con un posible penalti de Valdés y el gol anulado.
El Barcelona fue superior en todo momento a los ucranianos, Shevchenko apenas tocó balón y vivió entre la doble «P» barcelonista, Puyol y Piqué, además las ocasiones azulgranas se sucedían una y otra vez, hasta que el argentino Lionel Messi, mejor jugador del partido consiguió abrir el marcador antes de la primera media hora de juego, fue el único fallo de Shovkovskiy, que pudo hacer más, ya en el segundo tiempo en el último cuarto de hora, Pedrito rubricó la victoria.
En Glasgow las cosas fueron mejor para el Sevilla, porque consiguió una goleada ante un equipo que le puso coraje y ganas, pero solo dependía de las jugadas a balón parado, además cuando el equipo de Manolo Jiménez puso la directa, en 10 minutos consiguió marcar tres goles, todos los goles fueron en el segundo tiempo, el primero de Konkó, en una jugada ensallada de falta, después Adriano, Luis Fabiano y Kanouté ponían el 0-4 en el marcador, tan solo Novo pudo batir a un acertado Palop.
El Sevilla también pudo dar gracias al árbitro en una jugada más que rigurosa que se podía haber pitado penalti y expulsión de Konkó, y eso era en el primer tiempo, por lo que hubiese cambiado y mucho las cosas.