Una jornada decisiva se planteaba en la Liga BBVA este fin de semana, con el enfrentamiento entre el Real Madrid y el Espanyol primero, pero por sobre todo, con el choque que tenía como grandes protagonistas a Radamel Falcao García, Lionel Messi, y el Barcelona y Atlético de Madrid de fondo, el primero y segundo de la tabla de clasificación respectivamente.
Sin embargo, y lejos de apelar a la emoción para lo que resta de competencia, todo parece estar bastante claro cuando apenas llevamos 16 jornadas de Liga. El Madrid no pudo pasar del empate ante un Espanyol que con gol del uruguayo Albín le amargó la vida cuando apenas faltaban seguros, recuperando de esta forma las anotaciones de Cristiano Ronaldo y Fabio Coentrao, que habían dado vuelta el marcador a la primera diana de Sergio García.
Ante este panorama, era evidente que un triunfo del Barcelona podía empezar a sentenciar la Liga. Sin embargo, los de Tito Vilanova salieron dormidos al campo de juego, y no fue otro sino Falcao, quien aprovechó primero para avisar con un cabezazo al poste derecho de Víctor Valdés, y luego, con un mano a mano que apenas se le fue desviado. A la tercera, el colombiano emprendió una impresionante galopada desde mitad del terreno, y definió como los dioses, picando la pelota ante el guardameta local.
Pero la alegría de los colchoneros duraría apenas minutos. Adriano realizaría un golazo con la pierna zurda al segundo palo, y antes de finalizar la primera etapa, Sergio Busquets coronarían anticipadamente su espectacular encuentro con una definición de delantero top a la salida de un córner. El segundo tiempo fue historia. Concretamente la historia de Messi, que anotó otro doblete y lleva ya 90 en el 2012.
Corinthians, campeón del Mundial de Clubes
En tanto, a nivel internacional, no podemos dejar de mencionar la muy buena victoria del Corinthians sobre el Chelsea de Rafa Benítez, en la final del Mundial de Clubes disputada en Japón, por 1 a 0, con gol del atacante peruano Paolo Guerreo, y la gran figura de su portero Cassio, siendo ésta la primera ocasión en la que los paulistas se sitúan como “mejor equipo del mundo”.
