Novak Djokovic consiguió en la pasada final su segundo Open de Australia consecutivo y su tercero en total. Se impuso a Rafael Nadal, que pierda su tercera final de un Grand Slam consecutivos.
Tras cinco horas y cincuenta y tres minutos, y convirtiéndose en la final más larga de la historia del torneo, Djokovic se proclamó campeón en Melbourne con un marcador global de 5-7, 6-4, 6-2, 6-7(5) y 7-5. Con una elevada temperatura y muchísima humedad y ante unos 21.000 espectadores, Rafa Nadal comenzó imponiéndose al tenista serbio. Esta vez parecía que el manacorí, le tenía tomada la medida a Nolek.
El serbio empezó a encontrar su mejor tenis, luchó cada bola y empezó a brillar como tantas veces lo ha hecho y le ha llevado a ser el número 1 en la clasificación ATP. Consiguió dar caza a un Rafa que parecía venirse abajo ante los azotes que le llegaban de Djokovic, se hizo con el segundo y tercer set para dar la vuelta al partido. Nadal no se achicó y consiguió adjudicarse la cuarta manga, para empatar el partido. Estaba más emocionante que nunca y la final se decidiría en el quinto y definitivo set.
El cansancio empezó a hacer mella en los dos mejores tenistas del momento. Rafa consiguió adelantarse en el marcador hasta llegar a un 2-4. Djokovic, a pesar de estar más mermado físicamente, se encomendó en su saque y el juego desde dentro de la pista y le dio buenos resultador, ya que, logró imponerse en el marcador final con un 7-5 para llevarse el primer Grand Slam del año.