
César no pudo despejar bien el balón en el minuto 86 de partido, cuando estuvieron cuarenta minutos defendiéndose como gatos panza arriba, y regaló el gol del empate a Henry, que se adelantó a Maduro, para darle en una mena de semifallo, haciendo una vaselina a todo el mundo, así que Guardiola se sintió más que satisfecho con el punto conseguido de Mestalla, puesto que después de ir perdiendo casi todo el partido, a pesar de haberse adelantado en el marcador, guarda las distancia de dos partidos con el Madrid, siempre que saque algún punto en el encuentro de esta tarde ante el Sevilla.
Emery tenía claro que si quería sacar algo positivo ante el Barcelona, tenía que plantear un partido cara a cara, un duelo donde sus jugadores se tenían que comer a los adversarios, y eso precisamente hicieron elos primeros veinte minutos, pero una vez que Iniesta pilló el balón dentro del área, se encontró con el marcador en contra, y es que el manchego aguantó la bola, hasta que tumbó a César y sirvió el gol en bandeja a Messi, que no erró e hizo pensar que tenían la victoria en el bolsillo, puesto que si de algo peca el equipo ché esta temporada es de hundirse cuando van por debajo en el marcador, pero ayer todo fue distinto.
El Valencia se rehizo en pocos minutos, donde se vio algo curioso, porque Villa y Puyol se encararon diciéndose de todo por un penalti que reclamaba el asturiano, después llegó la sorpresa con los goles de Maduro, tras lo que parece una cantada de Valdésa la salida de un córner, y Pablo Hernández, justo antes del descanso del primer tiempo, después llegaría el gol de Henry cuando acababa el encuentro.