España se presentó en Argentina para disputar un partido amistoso y se encontró todo lo contrario. Ya lo habían venido avisando los Argentinos, que no entienden de amistosos, y el resultado lo dice todo.
España saltó con cambios en su once y con menos intensidad que su rival, y eso se notó en el partido. La falta en el medio del campo de Xavi lo notó y mucho la selección. El balón no se movía con rapidez y España no podía hacer el juego que nos tenía acostumbrado.
Los cambios en los defensas tampoco nos favoreció. La ausencia de Ramos se notó mucho. Las subidas de Arbeloa no son las de Ramos y por la otra banda, Monreal aún le falta experiencia en partidos internacionales.
Lejos de la alineación, no hay escusas para una derrota tan abultada. Ayer todo estaba en contra de la selección. Un estadio apoyando a los suyos, el resbalón de Reina en el tercer gol, los tres palos que le dieron a la selección, todo en contra como si nos hubiera mirado un tuerto.
Cabe decir que la Argentina de ayer jugó mucho mejor que la Argentina que disputó el mundial. Con un centro de campo liderado con Cambiasso y Banega, dos ausentes en el mundial, Argentina tuvo un control del partido mayor que España.
El inicio del partido no apuntaba nada bueno, y es que viendo la intensidad de uno y de otro equipo se preveía que España no lo tendría fácil. Y así pasó, en 15 minutos dos goles. El primero de Messi, que ayer jugó un buen partido, y el segundo de Higuain tras sortear a Reina, que no tuvo su mejor noche.
A partir de ahí, España empezó a tocar algo más el balón, pero cuando mejor estaba jugando en la primera parte, un balón sin peligro que recibió Reina, al despejarlo se escurrió y Tévez lo aprovechó para hacer el tercero.
Tras el descanso, Del Bosque dio entrada a Xavi, Cazorla, Navas y Llorente, y España jugó mejor, pero unas veces los palos, y otras el portero, no conseguía batir a Argentina.
Al final Llorente consiguió el gol de la honra, que pronto fue respondido por otro gol de Agüero.
Duro correctivo a la selección, que le debe de servir para tomar nota y salir en los partidos más enchufados.
