Sudán se acerca a su tercer año de conflicto armado, exacerbatado por combates que continúan causando muertes y heridas entre la población civil, además de destruir infraestructuras vitales como hospitales y mercados. Actualmente, casi dos tercios de la población sudanesa requieren asistencia humanitaria urgente, mientras que el país enfrenta condiciones de hambruna, según advierte la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
El enfrentamiento bélico ha desplazado a 12 millones de personas dentro del país y ha forzado a muchos a cruzar fronteras, generando un éxodo hacia países vecinos que ya están lidiando con recursos limitados. Ante esta crisis, las Naciones Unidas y sus socios han lanzado recientemente un llamamiento de 6000 millones de dólares para llevar ayuda a casi 26 millones de personas afectadas por el conflicto, tanto dentro de Sudán como en la región circundante.
Tom Fletcher, coordinador del Socorro de Emergencia de la ONU, calificó la situación en Sudán de emergencia humanitaria de alarmantes proporciones, enfatizando el impacto devastador de la hambruna en la población. “Una epidemia de violencia sexual hace estragos. Hay niños muertos y heridos. El sufrimiento es atroz», señaló, insistiendo en la necesidad de detener los combates y garantizar financiación y acceso humanitario.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi, también subrayó la presión que enfrentan los países vecinos que acogen a los refugiados. Destacó que los recursos como agua, refugio y atención sanitaria son escasos y urgió a la comunidad internacional a actuar para asegurar una respuesta humanitaria continua.
En las áreas más afectadas, se ha informado de hambrunas en al menos cinco localidades, incluyendo campos de desplazados en Darfur, con pronósticos de empeoramiento a medida que se acerque la temporada de escasez en mayo. El Plan de Necesidades y Respuesta Humanitarias de 2025 tiene como meta asistir a aproximadamente 21 millones de personas vulnerables, the cantidad más alta jamás solicitada en un plan coordinado por la ONU.
La crisis se agrava a medida que las cifras de refugiados siguen creciendo. Cerca de 3,5 millones de personas se han refugiado en naciones vecinas, aumentando la carga sobre servicios y recursos ya sobrecargados. El Plan Regional de Respuesta a los Refugiados prioriza la asistencia a estas poblaciones vulnerables, con un enfoque en refugios de emergencia, atención psicosocial y servicios básicos. Sin embargo, se estima que un déficit de financiación podría dejar a dos tercios de los niños refugiados sin acceso a la educación primaria, poniendo en peligro el futuro de toda una generación.
A pesar de la adversidad, el año pasado las organizaciones humanitarias alcanzaron a más de 15 millones de personas en Sudán, proporcionando alimentos, servicios de saneamiento e higiene, atención médica y refugio. Sin embargo, con la intensificación del conflicto y la escasez de recursos, la situación humanitaria en el país sigue siendo desesperada, necesitando atención inmediata de la comunidad internacional.
Fuente: ONU últimas noticias