Sabemos que no es el whisky con más solera del mundo, que hay otros con mejor imagen en las estanterías de los bares españoles, pero el DYC es un whisky nacional que parece siempre haber estado ahí. Aun no han podido quitarse de encima ese cliché de whisky de bajo nivel para taberneros de sobremesa y partida de mus, pero esta firma española continúa apostando por la calidad y las campañas de publicidad para ampliar y mejorar su hueco en el mercado.
Una de las botellas señeras de la marca española, es la DYC 8 años, un variante de whisky de reserva que aparecía en el mercado en 1974, casi con el nacimiento de la democracia, con lo que a buen seguro que muchos brindarían con DYC 8 años, tras el cambio de régimen.
Pero sería mucho antes cuando apareciese la marca. En 1919 Nicomedes García se pone al frente de una destilería que hereda de su padre. En los años 50, Nicomedes y sus socios se van a Escocia para comprobar in situ el método de las míticas destilerías de whisky escocés. Con la lección bien aprendida regresan a España y se disponen a fabricar whisky en las instalaciones de DYC.
Es en 1958 cuando se funda la empresa como tal, con sede en Segovia: Sociedad de Destilerías y Crianza del Whisky, es decir DYC. Durante los años siguientes la empresa se dedica a comercializar su producto y pronto empieza a lograr una cierta repercusión en el mercado.
Apoyado en unos precios más asequibles, el DYC comienza a ser una bebida popular en los bares españoles. En 2009 llegan sus 50 años, y DYC continúa al pie del cañón. El Whisky DYC 8 año sigue siendo una de sus botellas estrella, para paladares más exigentes.
No es Cardhu, pero en cualquier tasca española abandonada de la mano de Dios, siempre tendrás un DYC…