Expertos de la ONU han instado a las autoridades de Irán a detener de manera urgente la ejecución de Zahra Shahbaz Tabari, una ingeniera eléctrica de 67 años, que fue condenada a muerte en octubre de 2025. Esta situación pone de manifiesto un “patrón de graves violaciones” del derecho internacional, así como de las garantías de un juicio justo, además de un “uso inadecuado de la pena capital para delitos de seguridad nacional amplios y mal definidos”.
Tabari fue condenada el 25 de octubre de 2025 por el Tribunal Revolucionario de Rasht por el delito de «rebelión armada» (baghi). La sentencia se basó en dos pruebas sorprendentemente endebles: un trozo de tela que portaba el famoso lema “Mujer, resistencia, libertad”, simbolizando las protestas que sacudieron el país en 2022, y un mensaje de audio no divulgado. Las autoridades alegaron que su intención era usar la tela como pancarta pública para desafiar al régimen.
Su detención se produjo en una redada en su hogar, donde no se presentó ninguna orden judicial. Durante un mes, fue sometida a interrogatorios en régimen de aislamiento, enfrentando presiones para que confesara haber tomado las armas contra el Estado y pertenecer a un grupo opositor. En un juicio que se realizó por videoconferencia y que no duró más de diez minutos, se le negó el acceso a un abogado, y la pena de muerte fue dictada casi de inmediato tras esta vista breve.
Los expertos han señalado que las “graves violaciones procesales” en este caso hacen que cualquier resultado condenatorio sea incierto, lo que aumenta la preocupación por la justicia en este proceso judicial. Según el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, que Irán ratificó en 1975, la pena de muerte solo debe aplicarse en casos de “delitos más graves”, interpretados como homicidios intencionales. Dado que este caso no involucra ninguna muerte intencional y contiene numerosas irregularidades legales, los expertos advirtieron que ejecutar a Tabari en tales circunstancias sería una ejecución arbitraria.
El hecho de criminalizar el activismo en favor de la igualdad de género y utilizar dicha expresión como evidencia de rebelión armada se considera una forma grave de discriminación de género, denunciaron los observadores. “Lo que vemos aquí es una burla a la justicia que dista mucho de cumplir con los estándares internacionales más básicos”, enfatizaron.
Zahra Shahbaz Tabari es parte de un preocupante grupo de al menos 52 personas que enfrentan la pena de muerte en Irán por delitos de seguridad nacional, que incluyen cargos como baghi, “moharebeh” (guerra contra Dios), “corrupción en la tierra” y espionaje. Los expertos enfatizaron que el uso sistemático de la pena de muerte por razones de seguridad nacional de manera indefinida representa un grave incumplimiento de las obligaciones legales internacionales por parte de Irán.
Fuente: ONU últimas noticias





