Fernando Torres tuvo un gesto muy feo cuando Luis Aragonés decidió cambiarlo a mitad del segundo tiempo que enfrentaba a la selección española contra Rusia, y es que se fue con la cabeza agachada sin mirar al seleccionador y diciendo unas palabras algo que no puedo repetir aquí por que nombra a una profesión muy respetable y a la madre, aunque «no se sabe» si es la suya o la del seleccionador.
El gesto del delantero del Liverpool tiene dos caras o dos puntos de vista muy distintos:
- El gesto es muy comprensible, entre otras cosas porque a nadie le gusta que le cambien y más cuando todavía no se ha estrenado y veía que podía conseguir un gol que le alzara un poco más en Europa, y puede pensar que otro compañero podía haber tenido la «suerte» de cambiarlo.
- El gesto es inaceptable además tendría que sufrir una gran reprimenda, no solo es un feo gesto por parte de Torres al seleccionador, porque de primeras no le mira a la cara, lo segundo no le choca la mano y lo tercero es que insulta en voz baja, pero no solo falta el respeto a Luis, también tenemos el caso del jugador que entra, Cesc Fabregas, el que ha sido nombrado el segundo mejor jugador de la Premier League, y los otros compañeros que están en el banquillo esperando una oportunidad.
Esta es mi pequeña reflexión sobre lo que pasó entre Torres y Luis Aragonés, y creo que no tendría que correr la sangre por el río, y más cuando se ha ganado el primer partido, aunque gran culpa de todo lo tienen los medios de comunicación como han escrito en universalfutbol