Tiger Woods cambió su cara en tan solo tres días, puesto que hacía ese tiempo que el golfista había festejado la victoria en el US Open, en un desempate dramático ante Rocco Mediate, pero la alegría fue contenida entre otras cosas por sus dolores en la rodilla le tenían preocupados.
El californiano se ha operado de la rotura de ligamento cruzado de su rodilla derecha, pero antes dejó estas palabras en su web:
Obviamente estoy decepcionado por perderme el resto de la temporada, pero he de hacer lo correcto para velar por mi salud a largo plazo y poder volver a la competición cuando los médicos consideren que la rodilla está curada.Hice todo lo que estuvo en mi mano para disputar el US Open en Torrey Pines, un campo que está muy cerca de donde crecí y que me trae muy buenos recuerdos. Me perderé el resto de la temporada, pero estoy contento, ya que la semana pasada fue muy especial
Hay que recordar que Tiger Woods ha batido el récord, al estar 500 semanas liderando la clasificación.
