Tan pancho…

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262529_mediumlandscape.jpg No sé qué pensaran Vds. pero a mí el espectáculo al que nos están sometiendo entre Luís Aragonés y Angel María Villar me parece del todo bochornoso. «Que si ahora me voy porque no me siento respaldado, que si lo he pensado mejor y me quedo tras hablarlo con mi familia»…todo esto parece sacado de una novela barata. Lo peor de todo es que la imagen de la selección española se está deteriorando (aún más) a los ojos de los ciudadanos, por no hablar de la imagen de un Aragonés al que el plebiscito popular de hace dos años parecía otorgarle la condición de idóneo para dirigir al equipo nacional y poner orden en una Federación que puede con todo y con todos (excepto con Villar, claro está).

Una vez tras otra, el seleccionador de turno es utilizado como cabeza de turco y puesto a los pies de los caballos mientras el de siempre (el que no sabe decir la palabra «furbol») se mantiene en un cargo vitalicio a cuenta de los votos que le dan sus (muy) satisfechos amigos. Debe de irles muy bien a todos si es que siguen votándolo, claro está. Ex-presidentes de clubes y territoriales conforman la cohorte de un Villar para el que todo va bien, y no existe siquiera la necesidad de reunirse con Aragonés ¿Pa qué?

Me temo que ahí no va a poner orden nadie, y que los vicios adquiridos por parte de un sistema que huele a podrido desde hace varios años, seguirán ensuciando día sí día también el buen nombre de España y pasando por encima de entrenadores a los que se les presumía mano dura y talante para no dejarse gobernar. Y si no que se lo digan a Camacho. Al bueno de Aragonés le gustaría estar respaldado, que la Federación mediara y le ayudara a tener contentos a los divos futbolistas que se quejan de que aquí trinca todo el mundo menos ellos (como si ese fuera ahora el problema) pero no puede; la situación se le va de las manos y por mucho Representante de la Federación que exija en las concentraciones (al fin y al cabo, inventarse nuevos cargos en la Federación nunca fue difícil) todo seguirá como hasta ahora.

Lamentablemente (ya lo dejé claro en un artículo anterior) España es un país de clubes, porque -seamos honestos- si esto estuviera pasando en un Madrid o un Barcelona, Villar ya habría puesto pies en polvorosa como consecuencia de la presión social y de la prensa. En este caso no. Y los fracasos de la selección de todos los españoles pronto cederan el protagonismo a la venidera jornada de liga o la Champions a pesar de los loables intentos de parte de la prensa en que se haga justicia. Pero Villar sigue tan pancho. 

Tengo para mí que esto aún no ha acabado y que Aragonés no llegará a Estocolmo. Ojalá y Luís muriera matando.