En un mundo cada vez más urbanizado, las ciudades de Taiwán y Florida están adoptando la inteligencia artificial (IA) para optimizar la movilidad, mejorar los servicios de emergencia y enfrentar los retos del crecimiento urbano sostenible. La Taipei Computer Association ha destacado cómo estas ciudades están transformando la interacción de sus habitantes con el entorno a través de innovaciones tecnológicas.
Un ejemplo notable se observa en Taoyuan, donde el centro de control de tráfico muestra cómo la IA puede despejar rápidamente el camino de una ambulancia. Mientras se dirige a un hospital, los semáforos que iluminan las calles de la ciudad se inician en color verde, permitiendo un trayecto sin interrupciones en cuestión de segundos, un avance vital que puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
Desde su papel como presidente del Comité de Desarrollo de Comunidades Inteligentes de Taiwán, Liao Hsiu-wu ha sido testigo de cómo su ciudad ha evolucionado. Lo que antes era un suburbio en crecimiento es ahora un laboratorio de pruebas para tecnologías urbanas vanguardistas que están redefiniendo el concepto de ciudad inteligente.
En Estados Unidos, el alcalde de Orlando, Jerry Demings, se enfrenta a un crecimiento poblacional acelerado que exige una infraestructura adaptativa. La ciudad registra aproximadamente 1,000 nuevos residentes cada semana, lo que presenta una «tormenta perfecta» según los urbanistas. Demings señala que están integrando tecnologías para asegurar una comunicación eficaz entre los sistemas de servicios urbanos.
La verdadera esencia de una ciudad «inteligente» reside en la interconexión de sus sistemas. Taoyuan, por ejemplo, cuenta con más de 100 semáforos conectados, lo que lo convierte en uno de los sistemas de gestión de tráfico más avanzados a nivel mundial. Un aspecto innovador es la conexión directa entre el departamento de bomberos y el control del tráfico, mejorando significativamente la respuesta ante emergencias.
Por su parte, Orlando ha implementado la inteligencia artificial en su sistema de emergencias 911, permitiendo la traducción automática de las llamadas en diferentes idiomas. Esta funcionalidad asegura que los operadores reciban la información necesaria de manera precisa y rápida.
Sin embargo, expertos como Huang Yung-Bei, de la Asociación de Computación de Taipéi, destacan un desafío adicional: la falta de integración eficaz entre los distintos departamentos municipales. Este obstáculo impide una coordinación fluida entre las diversas áreas, como el tráfico, la salud y la información.
Peter Wu, de ASUS, quien ha trabajado más de una década en la innovación urbana, añade que la atención a las personas mayores será una de las aplicaciones más cruciales en el futuro, refiriéndose al concepto de «hospital en casa» que promete un cuidado más accesible y personalizado.
Los desafíos que presentan estas transformaciones no son solo tecnológicos, sino también sociales. Liao advierte que la adopción de las mejores tecnologías a menudo debe alinearse con los hábitos y preferencias de la población. Este equilibrio es esencial para asegurar que las soluciones sean efectivas y bien recibidas.
Demings concluye enfatizando que la implementación de tecnología en las ciudades inteligentes no solo se trata de mejorar la infraestructura, sino de un compromiso más amplio con la sostenibilidad y el bienestar humano. «Si no actuamos, podríamos poner en peligro nuestro medio ambiente y, por ende, la existencia de la humanidad», afirma, recordando la importancia de un enfoque integral en la planificación urbana.





