Casey Stoner tiene un difícil compromiso este fin de semana en el Gran Premio de España que se disputará en el circuito de Jerez de la Frontera, y es que se enfrenta a su circuito maldito, un circuito que nunca se le da bien y que se puede decir que odia profundamente.
La forma de pilotar de Stoner no se adapta para nada al trazado jerezano, ya que prefiere circuitos con rectas más largas donde puede exprimir toda la potencia que le proporciona el motor de su Honda. Él prefiere circuitos tipo Losail o Mugello que cuenta con rectas muy largas.
Ya en los entrenamientos previos al inicio del mundial dejó claro su descontento con el circuito indicando que es un circuito en el que no puede dar lo mejor de sí ya que se le queda pequeño.
Sus números en el circuito de Jerez son dramáticos, ya que únicamente ha logrado subir una vez al cajón y fue en el año 2009. Pero Jerez no es el único circuito negro del piloto, ya que Storil tampoco se le da bien, aunque ahí ha logrado subir tres veces al podio: segundo en el 2009 y tercero en 2007 y 2011.
Stoner también espera no sufrir de nuevo los problemas en su antebrazo y que le impidió terminar al 100% el último gran premio disputado en Qatar. Para ello durante estas semanas que no ha habido competición se ha dedicado a sesiones de fisioterapia para solucionar sus problemas.
Otro problema con el que se tendrá que enfrentar, y que puede afectar a todos los pilotos, es el nuevo compuesto que Bridgestone pondrá a disposición de los pilotos, catalogado como el 21 y que ya tuvieron oportunidad de probar en las jornadas de entrenamiento, y en los que no quedaron nada contentos tanto Stoner como Pedrosa.
