Ayer fue uno de esos días en los que vale la pena sumergirse, delante una gran pantalla. Mientras el mundo gira de distinta manera para todos, en la oscuridad de la sala de este Festival de cine, une a los que nos encontramos allí: reír, estremecerse y llorar surge en armonía. Y no importa si son con relatos fantásticos o cine de autor, ya que (por suerte o por desgracia) seguramente nunca podremos vivirlos en nuestras cotidianas vidas. Esta es la magia de este lugar, que consigue adentrarnos en mundos paralelos, desde la seguridad que nos ofrece nuestra butaca o sillón…Turno ahora para el resumen del día:
“Livide”, vampiros con acento francés.
Cuatro años hemos tenido que esperar para ver lo nuevo de este dueto de directores galos llamados Alexandre Bustillo y Julien Maury. El listón había quedado tan alto con su anterior película À l´intérieur que la expectación era máxima. El film cuenta la historia de una joven enfermera en prácticas, que visita a ancianos en sus casas para darles su medicación. En una de esas visitas, descubrirá que una de las ancianas tiene un tesoro escondido en su gran mansión. Ella, su novio y su hermano están pasando una crisis económica, así que asaltarán la vivienda pero encontrarán algo totalmente inesperado… Una premisa aparentemente interesante pero que los directores no saben sacarle todo el potencial que se esperaba. La película tarda algo en arrancar, algo que no es ningún inconveniente si luego la parte más “salvaje” compensa la espera. Pero no es así. Cuando llega, lo hace de una manera algo rutinaria, en la que se mezclan bailarinas de danza clásica (homenaje al film Suspiria de Darío Argento), con vampiros y optando por un desarrollo argumental que por momentos no atiende a ninguna lógica, sin aclarar los motivos por los cuales suceden ciertos hechos (más conocido como: Porque me sale de los h….). No es un film malo, la ambientación de la vieja mansión es realmente enfermiza y los momentos en los que se desata la violencia están a la altura, pero tal vez no haya sido el mejor desarrollo para darle a este relato, que una vez finalizado queda tan sumamente inofensivo. Esperemos no tener que esperar otros cuatro años más.
“Extraterrestre”, nosotros somos los alienígenas.
Lo nuevo de Ignacio Vigalondo cuenta la historia de dos personajes que despiertan tras una resaca sin saber quien es el otro y para colmo un OVNI sobrevuela la ciudad de Madrid. Si a esto le sumamos un vecino entrometido y la llegada del novio que la chica ocultaba, termina desencadenando toda una serie de situaciones absurdas a cual más divertida. La invasión extraterrestre es una excusa para concentrar a los personajes en un mismo lugar, de hecho lo único visible en algunos momentos del film es una gran nave espacial flotando en el aire. Quiero mencionar a los seguidores de la serie de Muchachada Nuí o Museo Coconut que están de enhorabuena, ya que dos de sus componentes (Carlos Areces y Raúl Cimas) tienen sendos papeles en la que desplegan todo aquello que los ha hecho populares: su sentido de la comicidad. El guión tiene diálogos muy ocurrentes, pero en su tramo final va perdiendo esa gracia que durante todo el metraje podía presumir de frescura. Aún así y sin ser una película ambiciosa, el resultado final está en un notable alto. Risas garantizadas.
“A Letter To Momo”, animación japonesa hecha a mano.
Siete años ha tardado el realizador Hiroyuki Okiura en realizar esta sensible historia sobre una niña que encuentra un papel que contiene una única frase “Querida Momo”, escrita por su difunto padre y que le crea curiosidad por descubrir que le quería explicar su padre en esa carta. Aunque el film comparte cierto aroma a otras películas como Mi vecino Totoro o la magistral El viaje de Chihiro, aquí se respira cierto aroma de nostalgia enfocado a un público más adulto (tenía a mi lado a un espectador masculino que se secaba las lágrimas en los momentos más emotivos). Se notan los años de dedicación tras el proyecto ya que incluso los mínimos detalles están cariñosamente cuidados. Una historia que despertará la sensibilidad que ocultamos en nuestro interior.
“Apolo 18”, Houston, tenemos otro problema…
El realizador Carles Torrens (Emergo), dijo en una entrevista que los directores españoles eran los nuevos Asiaticos en Hollywood. Y razón no le falta. La lista se amplia ahora con Gonzalo Lopez-Gallego, aquel realizador que nos sorprendió con aquella estimable película titulada El Rey de la Montaña. El director Cántabro nos presenta un mockumentary (falso documental), que narra la historia de los terroríficos acontecimientos ocurridos a los tres tripulantes del Apollo 18 en su viaje a la Luna. No recuerdo si ya he expresado por estos lugares, el cansancio que me ofrece este formato fílmico, que salvo en pocas excepciones ofrece un entretenimiento digno. Pero cual es mi sorpresa que en este caso nos encontramos con dicha excepción. Es una propuesta en la que es difícil salir airoso ya que la historia es excesivamente ajena para sentirlo próximo, pero aún así los momentos de incertidumbre y algunos sustos fáciles, convierte al film en un pasatiempo digno de mención.
Y con la foto del director Bryan Singer (X-Men, Sospechosos Habituales, Superman Returns, Valkyria…) sacada en la sesión de autógrafos, me despido hasta mañana.