Robinho salió del Real Madrid rumbo al Manchester City con la intención de convertirse en el mejor jugador del mundo. Lo cierto es que en el club español apuntaba maneras, pero aparecía sólo de forma intermitente o las oportunidades que le daba el entrenador también eran intermitentes. Ahora, un año después el brasileño pedirá su baja al Manchester City y su traspaso al F.C. Barcelona, eterno rival de los blancos, aunque no parece importarle ya que su despedida no estuvo inundada de confeti y tarta de despedida. La condición es que el entrenador, Mark Hughes, se asegure un puesto seguro en el primer equipo, todo esto según informaciones de The Sun. De no ser así pediría su traspaso al F.C. Barcelona en enero, en el mercado de invierno.
Robinho no puede permitirse no jugar y poner el peligro su presencia en la selección brasileña de cara al próximo mundial se sudáfrica.
¿Y el Barça que dice a todo esto? Pues parece que estaría interesado y dispuesto a pagar el equivalente a los 32.5 millones de libras que el Manchester City abonó al Real Madrid por su traspaso, hasta ahora cifra récord en el fútbol inglés.
Sucede la paradoja de que desde agosto no ha podido jugar debido a una fractura de tobillo aunque está previsto que vuelva a jugar en una semana. Aún no se sabe que hay de cierto y si la operación se llevará a cabo pero de suceder ya se puede ir dejando sus exigencia en Manchester que aquí Pep es el que manda.
