La madrugada del miércoles, un nuevo vuelo de repatriación ha traído de vuelta a Brasil a 150 ciudadanos que habían escapado del conflicto en Líbano. Este vuelo aterrizó en la base aérea de Guarulhos en São Paulo en un momento en que entró en vigor un alto el fuego entre Israel y Hezboláh. Se trata de la 13ª misión de la Operación Raíces de Cedro, que ha llevado a un total de 2,663 personas de regreso al país desde el comienzo de este programa el 5 de octubre.
La alegría de los repatriados al llegar a suelo brasileño se vio matizada por la tristeza de dejar atrás un hogar marcado por la devastación. “Estoy muy feliz, muy agradecida por esta operación de repatriación, que envió un avión para recogernos”, expresó Mona Houssami, quien vivió en Líbano durante 15 años. Sin embargo, no pudo evitar lamentar la destrucción de su país adoptivo, comentando que es «muy duro ver cómo nuestro país se destruye por nada».
Brasil alberga la comunidad libanesa más grande del mundo, con cerca de ocho millones de ciudadanos y descendientes de libaneses, un número que supera incluso la población del propio Líbano. Esta operación ha sido considerada un ejemplo de coordinación efectiva en políticas públicas, destacando el esfuerzo conjunto entre el gobierno brasileño, las agencias de la ONU y organizaciones de la sociedad civil.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Brasil continúa evaluando la demanda para futuros vuelos, manteniendo un canal de comunicación abierto con los nacionales y sus familias en Líbano. La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) ha alabado los esfuerzos de repatriación, mientras que la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) ha apoyado logística y documentación para garantizar un regreso seguro y sin contratiempos.
Entre los repatriados, Nura Yassine, quien pasó 16 años en Líbano, compartió su alivio al regresar a Brasil, deseando poder volver algún día a un país «sin el sonido de los aviones de guerra». Esta operación no solo refleja un esfuerzo humanitario, sino también el compromiso del gobierno brasileño con la inclusión y la protección social, considerando sus leyes avanzadas en el ámbito migratorio.
Así, la Operación Raíces de Cedro no solo se consolidó como un hito en la repatriación de brasileños desde zonas de conflicto, sino que también destacó la importancia de la cooperación internacional en tiempos de crisis.
Fuente: ONU últimas noticias