Protección Contra el Sarampión: La Comisión de Vacunación del COEGI Insta a Vacunarse en Gipuzkoa

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La comisión de vacunación del COEGI insta a asegurarse de estar vacunado y protegido frente al sarampión para evitar brotes en Gipuzkoa

Ante el reciente aumento de casos de sarampión en Bizkaia y otras provincias, la Comisión de Vacunación del Colegio Oficial de Enfermería de Gipuzkoa (COEGI) ha hecho un llamado a la población para que revise su estado de vacunación. Aunque no hay motivo para la alarma, sí es crucial adoptar medidas de precaución y garantizar que todos estén debidamente vacunados o hayan pasado la enfermedad.

El sarampión, aunque en muchos casos se manifiesta como una enfermedad leve, puede conllevar complicaciones graves que podrían resultar fatales o provocar discapacidades. Estas complicaciones pueden afectar a personas de cualquier edad, pero son especialmente peligrosas para bebés menores de seis meses, mujeres embarazadas y personas con sistemas inmunitarios debilitados.

«La única manera de prevenir situaciones peligrosas es a través de la vacunación de aquellos que son susceptibles, a menos que tengan contraindicaciones, como sucede con las embarazadas o las personas inmunodeprimidas», enfatizan desde el COEGI. Aseguran que proteger a todas las personas que sí pueden vacunarse es vital para evitar la transmisión del virus.

La Comisión también instó a la ciudadanía a verificar su historial de vacunación. En particular, se recomienda a quienes nacieron antes de 1970 que, en general, se considera que han pasado la enfermedad y son inmunes. Aquellos nacidos entre 1970 y 1980 deben asegurarse de haber recibido al menos una dosis de la vacuna, mientras que las personas nacidas a partir de 1981 deberían comprobar que han recibido las dos dosis necesarias de la vacuna triple vírica, que proporciona protección contra el sarampión, la rubéola y las paperas.

Rosa Sancho, responsable de la Comisión de Vacunación del COEGI, puntualiza que el sarampión es altamente contagioso y se transmite de forma aérea, presentando serios riesgos para la población infantil y para aquellos con sistemas inmunitarios comprometidos. Entre las complicaciones posibles se encuentran la neumonía y la encefalitis, además de riesgos adicionales para las mujeres embarazadas que contraen la enfermedad.

Antes de la pandemia, ya se habían registrado brotes en diferentes comunidades y países de Europa, y con el regreso a la normalidad tras la pandemia, ha habido un resurgimiento de casos en países que no logran mantener altas tasas de vacunación, como Rumanía. Actualmente, se ha detectado un problema grave en Marruecos.

Sancho concluye que, aunque no hay motivo para la alarma, es esencial ser proactivos al verificar el estado de vacunación. «No podemos olvidar que existen individuos vulnerables a nuestro alrededor, como bebés no vacunados y personas inmunodeprimidas, a quienes podemos contagiar si no estamos inmunizados», recalca. Destaca que mantener elevadas tasas de vacunación es fundamental para contener brotes de enfermedades.