Todos los que hayan trasnochado a las seis de la mañana de hoy habrán obtenido la respuesta. No son sólo los 47 puntos que ha anotado y los 16 rebotes acumulados, sino que él solito ha sido capaz de forzar tres prórrogas frente a la sorpresa del torneo, Angola, y consecuentemente salvar a su pobre selección de un terrible Angolazo.
Los angoleños han demostrado con las tres victorias seguidas y con la apretada derrota ante España (93-83) que no son fruto de la casualidad. Tienen varios jugadores interesantes y jóvenes; Gomes, Cypriano o Mingas, si además tuvieran un hombre alto de 2,10 m. otro gallo cantaría. Sin duda, el equipo africano merece dicha mención, pero ahora es la hora del alemán Dirk Nowitzki.
Como le suele pasar muchas veces, Dirk deambulaba por la cancha durante los tres primeros cuartos, con apenas 13 puntos en su casillero. Pero cuando su equipo llega al último cuarto igualado, es otra historia. Así de sencillo, forzó tres prórrogas:
1) Con todo el equipo angoleño persiguiéndole mientras botaba, se gira sobre sí mismo y con el retrovisor da un pase a su base, Demirel, para que mande el partido a la prórroga con un triple totalmente solo.
2) Recibiendo en la esquina y con Gomes pegado, hace un reverso para sacarse un mínimo hueco para anotar un increíble triple para forzar la segunda prórroga (aunque para mí estaba pisando).
3) Penetró hacia canasta para forzar la falta personal y gozar de dos tiros libres. Con el tiempo casi cumplido anotó ambos, tercera y último tiempo extra.
Los angoleños no aguantaron estos últimos cinco minutos, Alemania venció 108-101.
Curiosidades del partido de Nowitzki:
– Anotó 16/16 en tiros libres desde el comienzo del último cuarto.
– Ha establecido el récord anotador en un partido desde Argentina 90 (y el 5º mejor registro de la historia).
– Una vez más lleva a Alemania a límites insospechados, habría que reflexionar si cualquier otro jugador en su lugar haría lo mismo…
Vía: 24 segundos