El árbitro Pérez Burrull se tirará una o más semanas pensando en su modo de pitar, y es que el comité de árbitros ha decidido sancionarle, y quitarle el próximo partido de liga, como medida y castigo por todo lo que hizo en el encuentro que pitó en el Vicente Calderón.
Pérez Burrull no tuvo un gran día, porque no solo se comió un penalti clarísimo sobre Reyes, sino que necesitó la ayuda del cuarto árbitro para pitar otro de Marchena, aunque eso no lo veo del todo mal, pero permitió el juego duro del conjunto ché y del colchonero, no supo cortar el juego cuando lo requería, además se ha llevado palos por todos los lados, incluso por no expulsar al portero del Valencia, César Sánchez, puesto que le insultó y le dijo de todo.
El árbitro tenía que pitar el próximo partido de liga que enfrentaba al Osasuna contra el Getafe en el Reyno de Navarra, pero ahora podrá verlo desde su casa y pensar en las decisiones que tomó, sobretodo para ver si su problema está en la colocación, físico o que no sabe estar en el sitio adecuado.