La selección paraguaya no consiguió desplegar el mejor juego ante Japón, pero consiguió el pase gracias a la tranquilidad de sus jugadores a la hora de lanzar los penaltis, sobretodo de Cardozo, porque el delantero se acercó a la pena máxima, miró al portero japonés y se lo tiró suavemente al lado contrario, sus compañeros no se podían creer la tranquilidad que tenía al lanzar el penalti.
Paraguay volvió a demostrar su solidez defensiva, sabía que su gran oportunidad para dar el salto a la historia para meterse a los cuartos de final, aunque no estuvieron tan finos en la parte de arriba, ni siquiera la introducción de Roque Santa Cruz en el once titular cambió la dinamica goleadora del equipo paraguayo, tampoco lo estuvieron los jugadores japoneses como Honda o Endo que no marcaron de falta directa, por eso se tuvo que solucionar todo en la lotería de los penaltis, desde los once metros.
La ronda de penaltis fue la siguiente:
Edgar Barreto: gol (1-0); Endo: gol (1-1); Lucas Barrios: gol (2-1); Hasebe: gol (2-2); Cristián Riveros: gol (3-2); Komano: falla (3-2); Haedo Valdez: gol (4-2); Honda: gol (4-3); Cardozo: gol (5-3)