Esta tarde la final del Masters 1000 de Montecarlo hablará español, porque Rafa Nadal, que se nota que ha vuelto la tierra batida, jugará la final contra un sorprendente David Ferrer, que ha aprovechado todas sus oportunidades y se ha colado en la final contra todopronóstico.
El tenista manacorí quiere seguir haciendo historia en un torneo que es talismán para él, puesto que lleva seis años seguidos consiguiendo la victoria y parece que no tiene fin. Además, el español demostró que sabe sufrir en tierra batida, porque ayer tuvo una semifinal muy dura ante el escocés Andy Murray, que no se vino abajo después de caer en el primer set y consiguió igualar, aunque en el definitivo llegó exhausto y Nadal pasó por encima de él.
Por contra, David Ferrer que sigue demostrando que con la madurez le está llegando el mejor tenis de su carrera, no tuvo muchos problemas para eliminar al sorprendente Jurgen Melzer, que llegó a semifinales tras eliminar a Roger Federer.
Las apuestas están claras para Rafa Nadal, pero el manacorí no se puede fiar de su compatriota, entre otras cosas porque si le deja meterse en el partido, se puede llevar más de una sorpresa.