Probablemente ni el más optimista de todos los que trabajan junto a Rafa Nadal, incluso su familia, hubieran pensado a comienzos de este año que sería la mejor temporada del manacorí luego de haber estado en el dique seco buena parte del año pasado. Lo cierto es que luego de derrotar a Djokovic en la final del US Open, y más allá de que el serbio conserva el Nº1 del mundo, Rafa ha demostrado quien es el mejor tenista actual, y el mejor deportista español de la historia.
Yendo a lo más importante, se debe decir que Nadal se proclamó campeón del US Open después de doblegar en cuatro mangas a Novak Djokovic por 6-2, 3-6, 6-4 y 6-1. De esta forma, el mallorquín se hace con el título número 60 de su carrera, su 13º Grand Slam y claro, es la segunda vez que se corona en Nueva York, en este caso con la ventaja de que está a apenas 120 puntos de Djokovic en el ránking ATP.
De hecho, aunque el encuentro pintaba para ser más igualado, Rafa demostró porque su nivel ha sido excepcional en los últimos meses, embolsándose además algunos interesantes records en esta oportunidad, como por ejemplo el haber logrado el «Summer Slam«, es decir, ganar en una misma temporada los dos Masters 1.000 sobre cemento, de Montreal y Cincinnati y el US Open posteriormente.
Además, a estas alturas Rafa es el jugador que más títulos acumula al aire libre con un total de 58, superando a verdaderas leyendas como el propio Federer o Guillermo Vilas; y hasta tiene un récord en soledad, el de ser el primer jugador de todos los tiempos que recupera títulos de Grand Slam en tres superficies diferentes
Ya finalizado el encuentro, el propio Djokovic comentó ante los medios de prensa: «Rafa jugó un gran partido y se mereció la victoria y el trofeo. No sienta bien el perder el mejor torneo del mundo, pero llegar a la final es algo muy positivo y trataré de jugar mejor en el próximo año».
