Hay estrellas y estrellados. De lo primero el Celta de Vigo tiene unas cuantas. Una gran plantilla, con un buen número de jugadores importantes, y nutrida con canteranos que aportan savia nueva y calidad desde abajo. Y sintiendo los colores, sabiendo lo que es el club.
Pero si hay que buscar un equipo estrellado ese es el Celta de Vigo en estas últimas jornadas. Que me perdonen los aficionados de los equipos que quizá hayan tenido mala suerte en la temporada. Pero así es como se puede denominar los dos últimos sucesos que han acontecido en los partidos del club gallego. Mala suerte.
El 7 de abril, el Celta visitaba Cartagonova. Cartagena y Celta empataban 1-1 cuando, faltando media hora, un objeto lanzado desde la grada impactó en el linier. El árbitro, Pino Zamorano, mandó a los jugadores a los vestuarios y suspendió el encuentro. Tuvo que jugarse un mes después la media hora restante, con los locales en plena lucha por no bajar y los vigueses, en plena lucha para subir. El club celeste tuvo que hacerse otros 2.000 kilómetros en autobús hasta la provincia de Murcia y el marcador no se movió en los treinta minutos.
Ayer, el Celta visitaba Guadalajara. Ganaba cómodamente por cero goles a tres (Toni y dos de Iago Aspas), y restando unos quince minutos las torretas de luz del Pedro Escartín comenzaron a fallar. Se apagó una de las cuatro y se siguió jugando. Se apagó otra y pararon momentáneamente. Se apagó la tercera y hubo que parar hasta ver si alguna regresaba. Como no lo hacía, el partido acabó por suspenderse. ¿Tendría el Celta que volver, sin haber fechas, a la Alcarria a disputar 9 minutos, que eran los que restaban cuando se paró el partido? Qué mala suerte.
No, el final fue más lógico que todo eso. Se pudo acabar ahí el partido viendo que no había fechas prácticamente, sabiendo que el Celta debería haber hecho otro largo viaje, que el partido iba 0-3 y que solo quedaban 9 minutos. Pero se decidió jugar esta misma mañana. El marcador no se movió y el Celta mete más presión al Valladolid. Final feliz para los celestes.