Los Thunder vuelven a decepcionar un año más al no poder hacer frente a unos Spurs que ganaron gracias a su juego en equipo. Tras el temporadón de Kevin Durant, muchos esperaban que este podría ser el año de OKC, sin embargo se quedan a la puerta de la Final de la NBA otro año más.
El partido de ayer era crucial para los Thunder, solo les valía la victoria para forzar el séptimo partido y encima jugaban en su casa, dónde el público animó hasta quedarse sin voz. El partido estuvo muy igualado durante todo el encuentro, con un intercambio de golpes continuos, el tercer cuarto fue clave, cuando en el último minuto, los Spurs lograron un parcial de 8-0 con 3+1 de Green provocado por un error de Durant, de este modo los texanos obtenían una ventaja de 10 con solo un cuarto por jugar. Oklahoma apretó y consiguió igualar el encuentro con un gran Westbrook cogiendo protagonismo en lo minutos finales, Ginobili falló la última canasta que hubiese dado el pase definitivo.
Los dos equipos se la jugarían en la prórroga en un frenético partido, Durant no tuvo su mejor noche a pesar de sus números, fallando en momentos claves y perdiendo un balón crucial en la prórroga, por parte de los Spurs, fue Tim Duncan quién estuvo inspirado y dio la victoria final con un parcial de 11-6 en la prórroga.
Parece que el proyecto de los Thunder no acaba de cuajar, y es que su juego se basa en dar balones a Durant y Westbrook y esperar que estén inspirados, con un juego muy individualista y con un banquillo que a pesar de contar con jugadores como Reggie Jackson o Caron Butler no está a la altura. Por su parte los Spurs tienen muchos más recursos tanto en ataque como en defensa, sin jugadores que sean superestrellas pero que saben cuál su rol en el equipo a la perfección.
Tony Parker se lesionó durante el partido, pero no tendrá problemas para jugar las finales contra los Heat que comenzarán el próximo jueves. Los Spurs tienen ganas de revancha ante los Heat de LeBron que el año pasado doblegaron a los tejanos en unas bonitas finales.
