Los migrantes internacionales continúan desempeñando un papel crucial en el mercado laboral global, constituyendo el 4,7% de la fuerza laboral mundial en 2022, según un informe reciente de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Este informe revela que en el último año, un total de 167,7 millones de migrantes formaron parte de la fuerza laboral en sus países de destino, un incremento significativo de más de 30 millones desde 2013.
De esta cifra, 102,7 millones eran hombres y 64,9 millones eran mujeres, lo que refleja no solo un crecimiento en el número total de migrantes involucrados en el trabajo, sino también una tendencia hacia compuestos cada vez más diversos. La mayoría de estos migrantes se concentraron en países de ingresos altos, que abarcaron el 68,4% del total, así como en países de ingresos medios-altos, que representaron un 17,4%.
El informe también destaca la distribución regional de los migrantes, señalando que la mayoría se encuentra en Europa, América del Norte y los países árabes. De hecho, la proporción de migrantes en la población activa de Europa ha aumentado del 22,5% en 2013 al 23,3% en 2022, mientras que en América del Norte y los países árabes se registraron ligeros descensos.
A pesar de su contribución significativa al mercado laboral, los migrantes enfrentan desafíos, incluyendo tasas de desempleo más elevadas que los trabajadores no migrantes. En 2022, se reportó que de los 167,7 millones de migrantes en la fuerza laboral, 155,6 millones estaban empleados y 12,1 millones se encontraban desempleados. La tasa de desempleo entre migrantes fue del 7,2%, comparada con el 5,2% para los no migrantes, mientras que la situación era aún más pronunciada para las mujeres migrantes, con una tasa de desempleo del 8,7%.
Además de las tasas de desempleo, el informe pone de relieve las disparidades de género en el empleo de migrantes. Mientras que el 48,1% de las mujeres migrantes tenía trabajo, el porcentaje para los hombres ascendía al 72,8%. Estas desigualdades son atribuibles a barreras como el idioma, la falta de reconocimiento de cualificaciones, discriminación y limitadas opciones de cuidado infantil.
Otra observación importante es que más del 68% de los migrantes están empleados en el sector servicios, en comparación con el 51,5% de los trabajadores locales. Esta tendencia está relacionada con la demanda global de trabajo en el cuidado y en el ámbito doméstico, siendo especialmente notable entre las mujeres, de las cuales el 28,8% trabaja en la economía del cuidado.
Frente a estos desafíos, la OIT destaca la importancia de desarrollar políticas dirigidas a garantizar un acceso equitativo a oportunidades laborales para los migrantes. Según Gilbert F. Houngbo, director general de la OIT, los trabajadores migrantes son esenciales para enfrentar la escasez mundial de mano de obra y para contribuir al crecimiento económico. «Garantizar sus derechos y el acceso a un trabajo decente no es solo un imperativo moral, sino también una necesidad económica», concluyó.
Fuente: ONU últimas noticias
