La neurorrehabilitación robótica se presenta como un avance clave para mejorar la calidad de vida de los pacientes con Parkinson, tal y como destacan los especialistas del Hospital Quirónsalud Bizkaia. Esta innovadora metodología no solo se enfoca en la reducción de los síntomas de la enfermedad, sino que también tiene un impacto significativo en la movilidad de los afectados.
El Parkinson, enfermedad neurodegenerativa que afecta progresivamente la movilidad y calidad de vida de quienes la padecen, conlleva síntomas motores como rigidez, temblores y lentitud en los movimientos, así como síntomas no motores que incluyen alteraciones anímicas y trastornos del sueño. El doctor Alejandro Durán, neurólogo de la citada institución, explica que la progresión de los síntomas puede llegar a generar una importante dependencia en los pacientes. «La neurorrehabilitación robótica nos permite actuar para ralentizar esta evolución y mejorar la calidad de vida del paciente», enfatiza.
El tratamiento tradicional del Parkinson suele incluir terapias farmacológicas y quirúrgicas, pero la rehabilitación juega un papel fundamental en el manejo de la enfermedad. En la Unidad de Neurorrehabilitación Robótica del Hospital Quirónsalud Bizkaia, se utilizan dispositivos de última tecnología, como exoesqueletos y plataformas de rehabilitación, para optimizar la movilidad de los pacientes.
Sara García, fisioterapeuta de la unidad, resalta el potencial de estos dispositivos. Por ejemplo, el exoesqueleto de marcha permite entrenar la movilidad y disminuir episodios de “freezing”, donde el paciente queda paralizado al intentar caminar. Además, el exoesqueleto de mano mejora la coordinación y el control de movimientos finos. Se emplean también plataformas de equilibrio que simulan superficies irregulares, ayudando a mejorar la estabilidad y reducir el riesgo de caídas. García aclara: «No podemos revertir la enfermedad, pero sí podemos mantener y estabilizar la movilidad del paciente, evitando un deterioro más rápido».
El enfoque en esta unidad es personalizado y continuo; cada paciente es evaluado individualmente para diseñar un tratamiento adaptado a sus necesidades específicas. «Es fundamental conocer en qué fase de la enfermedad se encuentra cada persona, su entorno y qué objetivos realistas podemos establecer juntos», indica García. La terapia se ajusta según la evolución del paciente, enfatizando la importancia de mantener su calidad de vida el mayor tiempo posible.
El doctor Durán agrega que la neurorrehabilitación robótica tiene aplicaciones más allá del Parkinson, extendiéndose a otras enfermedades neurológicas como el ictus y la esclerosis múltiple. «El uso de tecnología en rehabilitación permite estandarizar los tratamientos, asegurando que cada sesión sea precisa y eficaz. Es un apoyo clave para los profesionales y una oportunidad para los pacientes de mejorar su calidad de vida», concluye.
Con esta iniciativa, el Hospital Quirónsalud Bizkaia reafirma su compromiso con la innovación y la mejora del bienestar de los pacientes neurológicos, combinando tecnología avanzada y atención personalizada para afrontar los desafíos de enfermedades complejas como el Parkinson.
