En los primeros minutos el Valencia tuvo el balón y el dominio del balón, con un Albelda sensacional en las funciones de cortar balones y un Silva muy crecido que quería llevar el esférico arriba, pero con mucha cabeza y eso hacía que el Madrid fuera detrás del balón y se desesperada, aunque el peor momento llegó con el gol del canario, y es que rompía todo el esquema que había puesto Schuster en el campo y la cosa fue peor con la tarjeta roja del holandés.
La tarjeta roja tan solo sirvió para activar al público que se encontraba en el Bernabéu, que estaba muy apagado durante todo el primer tiempo, pero se tiró contra el árbitro y activó las ganas de los jugadores que estaban en el campo, además todo eso se unió con el gol de penalti de Van Nistelrooy, y una mala decisión arbitral, porque si pita once metros tenía que expulsar por la mano de Albelda, ya que una mano dentro del área y si evita un gol es roja directa y no amarilla.
Aunque el momento importante de Iturralde llegó con la doble amarilla de Ruud Van Nistelrooy, puesto que Baraja hizo una simulación increíble, cosa que tendría que ser sancionable para el centrocampista del Valencia, y dejó al Madrid con nueve, y cuando minutos antes Alexis le hizo una entrada sin balón a Raúl parando el contragolpe.
En esos minutos locos, Robben se lució comiéndose al lateral y provocando dos corners, y eso que estaba él solo contra el mundo, y en uno de esos marcó Sergio Ramos, después de un remate al larguero de Diarra, así que con nueve hombres el equipo blanco le dio la vuelta al marcador, estallando el campo.
El éxtasis llegó con el golazo de Rubén De La Red, ya que con sangra muy fría y de unos 25 metros la colocó en casi la escuadra de la portería valenciana, y eso a falta de cinco minutos, con eso Guti seguro que se enfriaría algo ya que salió muy cabreado con el cambio, y lo rubricó Higuaín, que siempre marca en estos partidos épicos, con un gol de astucia porque apareció en una cesión de Alexis, que el argentino se fue del portero y marcó a puerta vacía.
A falta de un minuto Morientes ponía más emoción, en un despite de la defensa blanca, en especial de Drenthe que se despitó y no tiró la línea de fuera de juego y dejó que el delantero del equipo ché pusiera el 4-2 en el marcador, pero la remontada no fue posible.