Con el aumento de las exigencias físicas en los deportistas de élite, la importancia de los reconocimientos médicos se ha vuelto indiscutible. Para prevenir posibles problemas de salud y optimizar el rendimiento deportivo, las evaluaciones cardiológicas son ahora una práctica fundamental. Eduardo Alegría, cardiólogo de Policlínica Gipuzkoa, subraya la necesidad de realizar revisiones exhaustivas del corazón en los deportistas profesionales para identificar patologías potenciales y monitorizar su evolución en el transcurso de la temporada.
Cuando se incorpora a un nuevo jugador o se realiza la evaluación inicial, se llevan a cabo diversas pruebas cardiológicas que permiten evaluar la «situación cardíaca» y los riesgos relacionados con la actividad deportiva. Este proceso incluye la revisión de la historia clínica así como la realización de electrocardiogramas, ecocardiogramas y pruebas de esfuerzo para obtener una imagen clara de la salud del corazón del deportista.
Una recomendación clave de Alegría es la realización de resonancias cardíacas para investigar la estructura del corazón más detalladamente, especialmente en casos donde el ecocardiograma indica alguna anomalía. Esta precaución se debe a los incidentes de muerte súbita en deportistas, lo que lleva a los clubes a buscar formas de minimizar riesgos y detectar problemas de salud de manera anticipada. Aunque no es un procedimiento rutinario, el cardiólogo afirma que la resonancia se está utilizando con frecuencia creciente en el ámbito deportivo.
El principal objetivo de estas pruebas médicas es garantizar la salud del corazón de los deportistas y detectar condiciones que podrían provocar incidentes graves, como miocardiopatías hipertróficas o displasias arritmogénicas. Alegría señala que las evaluaciones también permiten observar los cambios adaptativos del corazón derivados del esfuerzo, fenómeno conocido como el «corazón del deportista».
Estos cambios, según el especialista, varían según el tipo de actividad física. Por ejemplo, la respuesta del corazón es distinta para los deportes de fuerza en comparación con las carreras de resistencia.
Finalmente, el cardiólogo enfatiza la relevancia de un reconocimiento médico inicial que sea seguido de un control anual adaptado a las particularidades de cada deportista. La frecuencia y la naturaleza de estos seguimientos pueden depender de factores como el tipo de deporte, la edad del atleta, su experiencia y las circunstancias a lo largo de la temporada.