La fatiga crónica, un motivo frecuente de consulta médica que podría esconder enfermedades graves

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Según datos de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria, la fatiga inespecífica es el séptimo motivo de consulta en Atención Primaria. Buscar el origen de esta situación no es sencillo, ya que puede deberse a multitud de causas. Si la situación persiste en el tiempo, los expertos recomiendan acudir a consulta en busca del motivo que se esconde tras ese cansancio, ya que tras él, puede haber enfermedades como el síndrome de fatiga crónica, o bien una fibromialgia.

Cuando el descanso no funciona

Antonio del Arco, coordinador del grupo de trabajo de fibromialgia y dolor centralizado de la Sociedad Española  del Dolor (SED), explica que “la fatiga se puede manifestar como una dificultad e incapacidad para iniciar una actividad o una reducción de la capacidad de seguir manteniendo esa actividad”. Esto último es lo que se conoce como la fatigabilidad, el cansancio físico y mental, la dificultad para concentrarse o memorizar, tras la realización de cualquier  trabajo.

“Debemos sospechar cuando el cansancio que sentimos no es proporcional a la actividad realizada, lo que los médicos denominamos fatiga no adaptativa, sobre todo cuando uno no se recupera al descansar. Es decir, cuando la fatiga que se siente no está relacionada con la actividad que acabamos de realizar”, señala Miriam Almirall, reumatóloga del Hospital Universitario Vall d’Hebron y secretaria del Grupo de estudio de fibromialgia de la Sociedad Española de Reumatología (GEFISER).

La duración de la fatiga, clave para el diagnóstico

Se necesita tiempo para indagar cuáles son las causas de la fatiga. “Hay varios tipos de fatiga: dos de ellas son agudas, que suelen durar entre un mes o menos o entre dos y seis meses y otra crónica, que es la que dura más de seis meses”, explica Antonio del Arco.

Detrás de una sensación de fatiga que dura más de seis meses puede haber muchas enfermedades o procesos infecciosos. Pero el cansancio también es un síntoma de innumerables enfermedades crónicas como la enfermedad renal crónica, la insuficiencia cardiaca o la diabetes. La artritis reumatoide, la enfermedad de Crohn o el lupus , son patologías también están vinculadas a episodios de cansancio.

“En el síndrome de fatiga crónica, también conocido como encefalomelitis miálgica, a parte del cansancio, hay otros síntomas específicos, como problemas para dormir, sensación de mareo o dolor de cabeza, muscular o articular, entre otros” enumera la reumatóloga Miriam Almirall. “El síndrome de fatiga crónica y la fibromialgia son dos enfermedades crónicas complejas con una importante comorbilidad entre ellas, con síntomas superpuestos y que afectan a múltiples sistemas y órganos a lo largo del tiempo”, añade Del Arco. La similitud de los síntomas entre estos trastornos hace que muchas veces se diagnostiquen erróneamente y que su coexistencia en una misma persona no llegue nunca a reconocerse.

“Podemos decir que el síndrome de fatiga crónica es una enfermedad que se caracteriza por un profundo malestar tras un esfuerzo mental o físico que ocurre en pacientes que ya sufren una fatiga constante. Por otro lado, el dolor y la alodinia, que es una condición que causa dolor por algo que no suele ser doloroso, son las características clínicas centrales de la fibromialgia”, relata Del Arco. En la fibromialgia no hay dolor articular ni inflamación, sino que se produce un dolor generalizado, duele todo el cuerpo. Para que nos hagamos una idea, si el cuerpo se divide en cinco zonas, para diagnosticar fibromialgia tiene que haber dolor en cuatro como mínimo”, describe Del Arco.

Tanto el síndrome de fatiga crónica como la fibromialgia están consideradas enfermedades de género, ya que según algunos estudios realizados en Atención Primaria afecta entre 10 y 20 veces más a mujeres que a hombres. “Aunque no se sabe al 100% qué causa estas enfermedades, se cree que se debe a una alteración del funcionamiento del sistema nervioso central y periférico, un sistema que funciona diferente en hombres y en mujeres. También hay investigaciones recientes que han demostrado que se produce por unas alteraciones del sistema inmune, y en este sentido las enfermedades autoinmunes igualmente son más comunes en mujeres”, relata Miriam Almirall.

Consejos para prevenir el cansancio

Cada individuo tiene una determinada capacidad a la hora de mostrar resistencia a la fatiga y esta se ve regulada por sus características personales, la edad es la más evidente, pero siguiendo unos sencillos consejos nuestro cansancio puede mejorar.

En cuanto a la alimentación, no existen alimentos milagro pero una dieta que no sea equilibrada y ser irregular a la hora de tomar las comidas, así como una drástica reducción de calorías, va a afectar a la capacidad de resistir la fatiga. Cualquier carencia nutricional puede hacer que el organismo reaccione más lentamente de lo normal: se pierde fuerza y aparece la sensación de desfallecimiento y cansancio.

Es importante conocer el patrón de descanso que tiene cada persona, ya que la cantidad y calidad del sueño afectan a la capacidad de resistencia ante la fatiga. Una mala higiene del sueño no solamente produce somnolencia, también fatiga mental.

Y por último, el ejercicio físico de intensidad moderada y practicado con regularidad suele estar indicado para todas las personas, ya que llevar una vida sedentaria favorece la flaccidez muscular y con ello, la pérdida de resistencia y la sensación de cansancio cuando se realiza algún esfuerzo físico por pequeño que sea.