El Real Madrid necesitó recurrir a dos jugadores que últimamente no cuentan por distintos motivos, y es que Raúl no es el capitán de otros años y poco a poco se ha encontrado con el banquillo, mientras que el caso de Kaká es especial, porque después del partido del Lyon se ha borrado del resto por distintas razones y lesiones, incluso hasta el último momento fue duda para entrar en la convocatoria.
El rumbo del partido ante el Zaragoza cambió con la lesión de Van Der Vaart, porque el holandés se rompió en el primer cuarto de hora, y Pellegrini arriesgó con el cambio de Raúl, la jugada le salió perfecta, porque el equipo siguió atacando, aunque no encontró portería hasta que el capitán blanco empujó el balón dentro de la portería, pero la alegría no fue completa al ver como Adrián Coulunga conseguía marcharse de Casillas y empujar el gol del empate, y eso que los de Gay jugaban con uno menos y sin el Chupete Suazo que también se retiró lesionado.
La entrada de Kaká fue determinante para la victoria, a falta de diez minutos el brasileño recogió un balón dentro del área y lo cruzó al primer toque, consiguiendo que el marcador hiciera justicia y de paso callar de un plumazo todas las críticas que hay en torno a su rendimiento y persona.