El Pipita ha reconocido que ha jugado pocos minutos. Y como cualquiera, quiere jugar más. La Juventus, reciente campeona de liga en Italia y aspirante al doblete el domingo, ha mandado miembros a Madrid para negociar por el internacional argentino.
Si el Real Madrid perdiera a Gonzalo Higuaín dejaría ir un luchador, un goleador, y un futbolista que tiene sentimiento de club, algo que hoy en día es muy difícil. Ha sido parte fundamental de las ligas conseguidas en 2007 y 2008. Esta temporada ha acumulado menos minutos y eso le puede hacer salir, pero siempre ha cumplido con el objetivo de marcar goles y rendir a un nivel muy alto, desde que llegó en el mercado invernal de la campaña 2006-2007.
Se ha convertido en un jugador muy querido por la afición, un futbolista con el cual se identifican muchos seguidores. Igualmente, siempre ha sido objeto de críticas, el blanco de todas las miradas, y al mínimo fallo se le ha mirado con lupa y se le ha cuestionado, quizá por mucho menos y durante más tiempo que otros jugadores. Infravaloración y doble vara de medir, con uno de los mejores jugadores de la Liga Española en los últimos cinco años.
La afición no quiere que salga, en gran parte. Sus compañeros le tienen estima y como decíamos, él la tiene por el Real Madrid. Si finalmente acaba por ser traspasado (bien hecho) dejará una importante cantidad, y su sustituto puede convertirse en alguien más importante que lo que ha sido Higuaín. Pero dejará un vacío que no se puede llenar. Emocional, de entrega, de garra, de derroche…
Simplemente, lo que es el Pipita.
